YO NO ELEGI SER EVANGELISTA - CAPITULO 2 - COMO EVANGELIZAR Y MORIR EN EL INTENTO

 

CAPÍTULO DOS

NO SE ELIGE SER EVANGELISTA

Es interesante que el matrimonio en su esencia tenga un trasfondo de renuncia a todo aquello que el egoísmo pueda abarcar, a la renuncia del “yo” para recibir al “nosotros”, a la del “mío” para recibir lo “nuestro”, a la renuncia del decir “tengo” para decir “tenemos”,  si te casaste le dijiste no todo lo que no convenga a dos y a todo lo que dañe su unión y amor.

Si un día le dijiste "sí" a Cristo, debes saber que también le dijiste "no" al mundo, y al igual que en el matrimonio el verbo "tener" ahora se expresa en "tenemos" gracias a Cristo. El trasfondo de una nueva vida en Cristo que está sintonizada al amor eterno de Dios y que arraiga en el amor sacrificado del Salvador y correspondido por el amor expresado en la obediencia del salvado lleva a la negación de cualquier sentimiento egoísta que estorbe su relación.

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Dicen que no hay mayor crimen en el desierto que ocultar donde está el agua, es un pensamiento que nace en respuesta a cualquier sentimiento egoísta, y parafraseando un pensamiento de Spurgeon "tú eres un mendigo que encontró donde regalan pan", que egoísta seria guardarte tan valiosa información. ("Evangelismo: es que un mendigo le dice a otro mendigo donde consiguió su pan" - Charles Spurgeon).

¿Por qué este capítulo lleva ese nombre? “NO ELEGIMOS SER EVANGELISTAS”, porque el evangelista nació cuando conociste a Cristo, la fuente inagotable de agua viva, que gran crimen seria no decirle a la gente donde y como encontrar esa fuente. 

¿Recuerdas a la mujer Samaritana? Recuerda la historia y se me hace imposible no ver su cara de felicidad, ansiosa por ir y contarle a todos sus amigos y vecinos con quien acaba de hablar, escena que se hace más maravilloso en una serie acerca de Jesús y sus discípulos (The Chosen) donde el encuentro de Jesús y la Samaritana es en verdad emotivo, no puedo imaginar a alguien que quede igual después del encuentro con Jesús. 

¿Recuerdas Andrés como fue corriendo donde Simón para decir que acaba de conocer al mesías?, o a los leprosos que no obedecieron a Jesús y fueron a decirle a las personas que estuvieron con Él, O al gadareno que gano diez ciudades de después de una experiencia sobrenatural con Cristo. 

La  idea esta clara, no hay que esperar mucho tiempo después de conocer a Jesús para empezar a compartirlo, no es porque sea un mandato, es porque al experimentar tal amor, tal misericordia, paz, confianza, y al sentirla tan real en tu vida, la naturaleza humana (esa que nos hace querer compartir con alguien el resumen de una buena película que vieron, un buen libro o un restaurante donde venden buena comida) sumada a la nueva naturaleza en Cristo provoca en nosotros un deseo inmenso y sincero de querer compartir algo que creemos y sabemos nos acaba de cambiar la vida, y ahí está el detalle o el secreto, porque al igual que la buena película o el buen libro deja de ser impresionante después de un tiempo gracias nuevamente a nuestra misma naturaleza humana que olvida y reemplaza placeres y emociones cuando tiene oportunidad, al igual que eso, lamentablemente olvidamos esa experiencia que nos hizo querer gritar que conocimos al Rey del universo; pero eso no nos deja fuera de nuestro privilegio de ser evangelistas, solo nos cambia la perspectiva, puesto que ahora no es una buena película que deseamos que todos vean, ahora nos convertimos en vendedores mal pagados que tienen que vender esa película a personas que no les interesa comprarla, dejó de ser un privilegio y un gozo para convertirse en una obligación, una carga.

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Cuando se te pierde algo el consejo más sabio es que vuelvas al lugar donde crees que se te cayó, es un buen consejo y puede funcionar en esos casos, perdiste el gozo de evangelizar ¿Dónde fue? ¿Puedes recordar cuando fue la última vez que lo sentiste? No sería mala idea volver a ese lugar y analizar los comos, los porques. 

Te haré la tarea más fácil, es probable que reemplazaste la emoción del primer amor por otra emoción, por lo que con seguridad puedo decirte que hay algo en este momento que te da más placer, más emoción y más felicidad que las cosas de Dios, y que acompañas con algunas excusas bien pensadas que calman tu conciencia.


No podemos continuar si no hay un deseo genuino de dejar todos los placeres mundanos y ojo y mucho cuidado, placeres ministeriales que te estén apartando y estorbando para que no veas el evangelismo como un verdadero privilegio. Esto radica en tu corazón, ningún predicador, ni siquiera Dios mismo podrá torcerte el brazo y hacer que sientas el deseo de predicar, eso va por tu cuenta, la mala hierba está ahogando la buena en tu corazón, examínate, es hora de tomar decisiones, arrancar lo que te desanima, te causa temor, vergüenza y hacer morir lo terrenal.

Eres un evangelista nato, piensas, respiras y vives evangelismo, la gente te rechazará, te cerrara la puerta en la cara, te insultara, te largaran sin razón, te evitaran, aun tu familia lo hará, cuestionaran tu cordura, experimentaras odio, repudio te intentaran romper, pero no podrán hacerlo porque la nueva criatura no se rompe, es como el oro, el fuego lo hace más valioso. +

No puedo evitar recordar el poema de Alejandro Romualdo a Tupac Amaru (Canto coral a Túpac Amaru, que es la libertad):


Lo harán volar con dinamita.
En masa, lo cargarán, lo arrastrarán.
A golpes le llenarán de pólvora la boca
Lo volarán:…Y no podrán matarlo!
Lo pondrán de cabeza.
Arrancarán sus deseos, sus dientes y sus gritos,
Lo patearán a toda furia.
Luego lo sangrarán:…Y no podrán matarlo!
Coronarán con sangre su cabeza;
sus pómulos, con golpes.
Y con clavos sus costillas.
Le harán morder el polvo,
Lo golpearán:…Y no podrán matarlo!
Le sacarán los sueños y los ojos,
Querrán descuartizarlo grito a grito.
Lo escupirán.
Y a golpes de matanza lo clavarán:
…Y no podrán matarlo!
Lo podrán en el centro de la plaza,
boca arriba, mirando al infinito.
Le amarrarán los miembros.
A la mala tirarán:…Y no podrán matarlo!
Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.
Querrán descuartizarlo, triturarlo,
mancharlo, pisotearlo, desalmarlo.
Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.
Al tercer día de los sufrimientos,
cuando se crea todo consumado,
gritando ¡Libertad!
sobre la tierra ha de volver.
¡Y no podrán matarlo!

Hay un mensaje fuerte en este poema: la inmortalidad de aquellos que saben lo que quieren, saben lo que buscan y saben lo que hacen, la perpetuidad de su mensaje y su obra. Si eres consiente de lo que estás haciendo y del mensaje que llevas, nada, absolutamente nada te desanimara, debilitara o asustara, serás la voz de la eternidad y tendrás la fuerza de lo para siempre.

Pero, ¿te has puesto a pensar que todo eso te pase cuando estás evangelizando solo por cumplir? Todo lo desanimado que te sentirías al experimentar todo ese rechazo, el temor, la vergüenza que expedientaras que harán que nunca más quieras ni siquiera mencionar que eres cristiano, esto es porque la carne estorba en gran manera al espíritu, entonces, has que muera.

Aunque ser consciente del mensaje que llevas basta, puedes sumarle lo que harías en las personas, todo el beneficio que estaría recibiendo mediante tu mensaje, les estarías dando esperanza, restauración familiar, aunque no les predicas eso a corto o largo plazo estarían mejorando su economía, estarías abriéndole la puerta a milagros, a cosas sobrenaturales, maravillosas, y por nombrar algo, un pequeño detalle más, solo estarías salvando sus almas de un castigo eterno.


Si te gusta imaginar y es de creativos hacerlo, trata de pensar en los preparativos de una fiesta, los bocaditos, la música los adornos, todo está listo para que la celebración comience, pues bueno, pienso que debe ser así, los ángeles al ver un hombre o mujer decidida a rescatar un alma, arrebatarla de las manos del enemigo, empiezan en los ajetreos de organizar una fiesta, "un evangelista se ciñó y sale a predicar esta tarde" dicen en lo alto, "un pecador se arrepiente esta tarde y hay que celebrarlo" grita un coro de ángeles, hay fiesta en los cielos, lo dijo Jesús y yo le creo. 

¿Puedes imaginar que no solo estás trabajando para cambiar la eternidad de personas, sino que también eres el responsable del gozo en los cielos?, es una realidad, hay una gran nube de testigos allá arriba que creen en ti y te alientan. Sal y has que pase, que la fiesta suceda.

Probablemente pienses que puedes sentir toda esa emoción y ganas de evangelizar, pero no te sientes capacitado, pues este libro te ayudara en eso, pero debe saber que mientras más te involucres más experto y creativo serás y estarás preparado para lidiar con todo tipo de gente y estados de ánimo diferentes, además de poder guiar a otros creyentes sobre evangelismo.

Tu trabajo puede afectar de manera asombrosa a tu familia, tu barrio, tu ciudad, tu país y el mundo entero.

No elegimos ser evangelistas, pero es lo mejor que nos ha pasado.